La DCI Caroline Goode escuchó por primera vez sobre Banaz Mahmod en 2006 como un caso de una persona desaparecida. Banaz, una mujer kurda iraquí de 20 años que vive en Wimbledon, es reportada como desaparecida por su novio, Rahmat. Caroline y su leal equipo Andy, Stuart y el genio de las computadoras Keily descubren que Banaz había ido a la policía cinco veces para denunciar amenazas a su vida, incluso presentando una lista de las personas que habían jurado matarla por avergonzar a su familia. Caroline inicia una búsqueda urgente para encontrar a las personas en la lista de Banaz. Un gran avance lleva la búsqueda a Birmingham, donde se encuentra el cuerpo de Banaz, enterrado en un jardín trasero, debajo de un congelador. Caroline está abrumada por el dolor, que se agrava cuando la evidencia de ADN es destruida por la explosión de una tubería. La búsqueda de llamados teléfónicos de Keily revela que el padre de Banaz mintió sobre su paradero. Es arrestado y acusado. Ari también está acusado y el caso se lleva al Old Bailey. Parece que la defensa no ganará hasta que Bekhal dé pruebas valientes. Los dos hombres son condenados a cadena perpetua y declarados culpables por unanimidad. Caroline está decidida a lograr la plena justicia para Banaz y promete sacar a los dos perpetradores que se esconden en Irak. Caroline logró obtener la primera extradición de Irak al Reino Unido. Los hombres ahora están cumpliendo cadenas perpetuas. Caroline recibió la medalla de la Policía de la Reina, Bekhal quedó con una nueva identidad. En el décimo aniversario de la muerte de Banaz, Rahmat se suicidó.
