El 21 de octubre de 2021 falleció uno de los directores más queridos, Bernard Haitink. Este documental de John Bridcut lo observa trabajando mientras prepara sus conciertos finales antes de jubilarse a los 90 años. Algunos de los músicos con los que ha trabajado tratan de explicar los secretos de su técnica de dirección, mientras que el propio Haitink habla de cómo ha cambiado su enfoque durante sus 68 años al frente de las orquestas y da consejos a los jóvenes músicos que esperan seguir sus pasos. Entre los músicos que recuerdan haber trabajado con Haitink se encuentran Dame Sarah Connolly y Sir Thomas Allen, el pianista Emanuel Axe, el compositor Mark-Anthony Turnage y músicos de la Vienna Philharmonic y la Orquesta de la Radio de los Países Bajos, así como del Concertgebouw. En una conversación sorprendentemente franca y emotiva, el recientemente fallecido Bernard Haitink revela cómo su infancia en Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial, bajo la ocupación alemana y durante el “Invierno del Hambre”, dio forma a su visión del mundo. Odiaba muchos aspectos de la liberación en 1945, que “me dio una mirada desde dentro de la naturaleza humana”. También describe sus vacilantes intentos de iniciar una carrera como director en Holanda a principios de la década de 1950, su tensa relación con la Orquesta del Concertgebouw en Ámsterdam y sus, a veces, años difíciles en la Royal Opera House, Covent Garden. Los miembros de su familia también nos dan una rara visión del hombre privado. A lo largo de la película se encuentran sus interpretaciones finales de la Séptima de Bruckner, tanto en ensayo como en interpretación, el estreno europeo en los Proms de 2008 de una pieza de Turnage, música de Beethoven, Mahler, Stravinsky y Wagner. “Podría traducir música con mis manos”, dice, “que todavía puedo. Estoy bastante orgulloso de eso”. Este enigmático maestro es una paradoja. Como explica su esposa Patricia, “Bernard no era un hombre extrovertido, era una persona tímida en su vida normal. Pero cuando tomaba la batuta, era como si le encendieran la electricidad”.
