Del equipo detrás de la exitosa adaptación de 2015 de “And Then There Were None” de Agatha Christie, llega “una emocionante novela policíaca repleta de los giros característicos de Christie” (EW.com), ambientada en el Londres de los años 20. Cuando la glamorosa Emily French (Kim Cattrall, Sex and the City) es brutalmente asesinada en su casa, todas las pruebas apuntan al joven amante de French, Leonard Vole (Billy Howle, On Chesil Beach), a quien la heredera dejó su fortuna. Interpretado a la perfección por un elenco ilustre, este drama “absorbente y sombríamente atmosférico” (The Wall Street Journal) muestra que “Christie todavía tiene el poder de ponernos la piel de gallina” (Metro News, Reino Unido) Un asesinato, brutal y sanguinario, ha manchado las lujosas alfombras de una hermosa casa de Londres; la víctima es la bella viuda Emily French. Toda la evidencia apunta a Leonard, un joven apuesto que sedujo a la mujer mayor para que le dejara su gran fortuna antes de quitarle la vida sin piedad. Al menos, esta es la historia que Janet, la angustiada y devota ama de llaves de Emily, defiende en la corte. Mayhew, un abogado sin dinero, queda a cargo del caso de Leonard. Mayhew, que inicialmente trata al sospechoso con indiferencia, poco a poco se va conmoviendo por el caso del joven. Leonard está seguro de que su esposa, la enigmática corista Romaine, puede demostrar su inocencia. Todo el caso se basa en su coartada, y Mayhew se tranquiliza al saber que vio a Leonard regresar a las 9:30 p.m., el momento en que supuestamente asesinó a Emily. ¿Testificará y salvará a su marido, o su infidelidad la hará vengativa?
Witness for the prosecution
