Janet ha organizado una pequeña fiesta para celebrar su nombramiento como Ministra de Sanidad británica. Al evento acuden su amiga April y su marido alemán, que se autodefine como curandero espiritual; la profesora Martha con su pareja, Jinny, un chef de renombre; y una compañera de trabajo, Marianne, con su marido, el banquero Tom. Lo que empieza siendo una amistosa celebración termina de la forma más inesperada a medida que los invitados revelan sorprendentes noticias. Inspirada tragicomedia minimalista, rodada en espacio único, con los medios justos y en blanco y negro. Con solo siete actores podía ser perfectamente una obra de teatro. Y atrapa hábilmente muchos de los males de la posmodernidad. A lo largo de una trama que empieza con un misterioso plano, que solo se entiende al final, Sally Potter nos invita a seguir a unos personajes existencialmente insatisfechos, que buscan mejorar el mundo, pero que tal vez deberían empezar por mejorar ellos, para lo cual han de creer que son capaces de hacerlo, más allá de las posturas cínicas de moda.
