Primero descubrimos deliciosamente la personalidad de Georges Méliès, para saber cómo fue que llegó a cometer este espectacular sacrificio. Luego comenzamos una búsqueda frenética de sus películas en sótanos y desvanes, hasta el reciente descubrimiento de un tesoro increíble... ¡Una hazaña que se creía imposible!En un gesto de desesperación, el director de Un viaje a la luna y La conquista del polo quemó, uno por uno, los 520 negativos originales de todas sus películas, y todas las copias de sus películas que habían construido su fama. En 1929, sólo quedaban en circulación ocho películas de Georges Méliès, tres de las cuales estaban incompletas: los últimos restos de una obra que había querido que fuera efímera.El mago Méliès, sin saberlo, nos había jugado una última broma a su manera. Y por más perdidos y olvidados que pudieran parecer, estos aspectos negativos –que en realidad se habían esfumado – reaparecieron en todo el mundo.Me quito el sombrero, señor Méliès.
Primero descubrimos deliciosamente la personalidad de Georges Méliès, para saber cómo fue que llegó a cometer este espectacular sacrificio. Luego comenzamos una búsqueda frenética de sus películas en sótanos y desvanes, hasta el reciente descubrimiento de un tesoro increíble... ¡Una hazaña que se creía imposible!
En un gesto de desesperación, el director de Un viaje a la luna y La conquista del polo quemó, uno por uno, los 520 negativos originales de todas sus películas, y todas las copias de sus películas que habían construido su fama. En 1929, sólo quedaban en circulación ocho películas de Georges Méliès, tres de las cuales estaban incompletas: los últimos restos de una obra que había querido que fuera efímera.
El mago Méliès, sin saberlo, nos había jugado una última broma a su manera. Y por más perdidos y olvidados que pudieran parecer, estos aspectos negativos –que en realidad se habían esfumado – reaparecieron en todo el mundo.
Me quito el sombrero, señor Méliès.
Le mystère Méliès