Entrado en sus 50 años de edad, Simón es un violinista retirado y desilusionado que intenta hacer algo distinto enseñando su instrumento en un colegio parisino de una zona marginal. Es un grupo de niños rebeldes que se enfrenta a los métodos rígidos de este profesor y no facilita la relación con ellos. Pero entre todos, está Arnold, quien se fascina por el sonido del violín y la manera como se debe tocar. Ese es el inicio de una oportunidad para que este músico siga vibrando por la música y de paso direccionar el talento del pequeño y llevarlos a un momento grandioso. Se trata de la opera prima del realizador francés con orígenes argelinos Rachid Hami. Hami muestra un mundo que, según él, le es familiar, duro y tierno al mismo tiempo. Maneja el espectáculo con respetuosa distancia, las diferencias culturales en París, una crisis de mediana edad (Gad Merad como músico monoparental / maestro de violín) y obstáculos que se pueden superar a cualquier edad con un poco de aplicación, confianza, esperanza y pasión.